Desde un punto de
vista cristiano, la autoestima se entiende como el reconocimiento del valor
intrínseco que cada persona tiene como creación a imagen de Dios. La Biblia
enfatiza que somos valiosos no por nuestros logros o apariencia, sino por
nuestra esencia como seres humanos creados por Dios. Esta base bíblica promueve
una autoestima sana, basada en la verdad de nuestra naturaleza divina y en el
amor de Dios.
Base Bíblica:
Filipenses 2:3-4 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con
humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los
otros.”
I. El
fundamento bíblico de la autoestima:
1. Creadas a imagen
de Dios: Genesis 1:27 “Y creó
Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
La Biblia declara que
los seres humanos fueron creados a imagen de Dios. Tiene identidad espiritual,
identidad genética que lo distingue de su semejante, y dignidad,
independientemente de logros externos o circunstancias.
2. Valor divino: 1 Juan 2:1-2
Dios nos ama y nos
considera valiosos por el hecho de ser Sus hijos. Este amor incondicional es la
base de una autoestima sana y no se basa en la opinión de los demás o en la
comparación con otros.
3. Identidad en
Cristo: Juan 1:12 “Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios.”
La identidad
cristiana se basa en la fe en Jesús y la promesa de salvación. Al reconocer que
somos hijos de Dios y que somos amados incondicionalmente, podemos desarrollar
una autoestima sólida.
II. Elementos
clave para una autoestima sana desde la perspectiva cristiana:
1. Conciencia de nuestros talentos y dones: 1 Pedro 4:10 “Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios.”
Dios nos ha dado
dones únicos para servir a los demás y cumplir Sus propósitos. Reconocer y
desarrollar nuestros Dones y talentos fortalece la autoestima.
2.
Aceptación
incondicional de nosotros mismos:
La aceptación de
nuestra identidad en Cristo nos permite amar y aceptar nuestra forma de ser,
sin necesidad de aprobación externa. Esto incluye tener confianza en las
propias capacidades, el manejo de la crítica, la perseverancia ante los
desafíos, la aceptación de los errores y la capacidad de aprender de ellos, y
la búsqueda de logros y objetivos personales. Ejemplos:
3.
Priorizar
la relación con Dios:
Una relación personal
y profunda con Dios es fundamental para una autoestima sana. La lectura de la
Biblia, la oración y la comunión con otros creyentes fortalecen nuestra fe y
nuestra autoestima. Ser Cristo céntricos no egocéntricos. Dejar mis estándares
y abrazar los estándares de Dios. No llamemos bueno a lo que Dios llama malo. Tu
tiempo “sumergida” en la Palabra de Dios te ayudará mucho.
4.
Superación
de la baja autoestima:
Si experimentamos
baja autoestima, es importante buscar ayuda y apoyo en la iglesia o con un
profesional cristiano. La Biblia ofrece consuelo y promesas de esperanza para
aquellos que luchan con la autoestima. ¿Qué nos ayuda a superar la baja
autoestima?
Ø
La
gratitud. A menudo vivimos quejándonos
interna y externa, “yo quiero tener eso que él tiene”, el mundo se alimenta de
la envidia. Ha existido desde la antigüedad. Deja de alimentar tu corazón con
todo lo que no tienes. Y agradece por lo que tienes.
Ø
El buen
manejo de la crítica: En
lugar de sentirse desanimada por la crítica, una persona con autoestima
equilibrada la percibe como una oportunidad para mejorar y aprender. Por
ejemplo, pide retroalimentación sobre su trabajo y la utiliza para identificar
áreas de mejora.
Ø
Persevera
ante los desafíos: No se rinde
fácilmente ante los obstáculos, sino que los ve como desafíos a superar. Por
ejemplo, se enfrenta a un proyecto difícil y trabaja con determinación hasta
lograrlo.
Ø
Confianza
en las capacidades: Una persona con
autoestima equilibrada se siente segura de sí misma y cree en que Dios respalda
su actuar, confía que todo lo que pase es por la voluntad de Dios. Si asiste a
una entrevista se dice a sí misma “no importa si no me aceptan”. Que sea la
voluntad de Dios. Cree en sus habilidades para enfrentar situaciones nuevas y
desafiantes.
Ø
Búsqueda
de logros y objetivos: Se
fija metas personales y trabaja para alcanzarlas. Por ejemplo, decide estudiar
para un examen importante y se prepara de manera metódica para lograr el éxito.
5. Aceptación de las
imperfecciones: 2 Corintios
12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo.” Aplicar este versículo a las
diferentes áreas de la vida. El poder de Cristo transforma nuestro corazón y pone
nuestros ojos en las cosas de arriba.
Aceptar que somos
imperfectos y que cometemos errores es una parte importante de la construcción
de una autoestima saludable. La gracia de Dios nos permite crecer y aprender de
nuestros errores. Debo ver mi error como parte del proceso de aprendizaje y
crecimiento. Por ejemplo, reconoce que comete errores en el trabajo, pero los
utiliza como oportunidad para aprender y mejorar.
En resumen, la
autoestima cristiana se basa en el reconocimiento de nuestra identidad como
hijos de Dios, en la fe en Jesús y en el amor incondicional de Dios. Al vivir
según los principios bíblicos y desarrollar una relación personal con Dios,
podemos construir una autoestima sana y confiable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario