jueves, 31 de julio de 2025

La llenura del Espíritu nos capacita para el servicio

 Tema 3 de la Serie La llenura del Espíritu Santo

Introducción: No estamos llamados solo a creer, sino también a servir. Pero no podemos servir eficazmente sin el poder del Espíritu Santo. Jesús mismo dijo que sus discípulos recibirían poder cuando el Espíritu viniera sobre ellos (Hechos 1:8).

  1. El Espíritu Santo da poder para testificar (Hechos 1:8)

El temor se convierte en valentía cuando el Espíritu toma control. “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…”

Jesús prometió que sus discípulos no estarían solos para cumplir su misión. El Espíritu Santo los llenaría de poder para hablar de Cristo, incluso ante persecución o rechazo.

Ejemplo práctico: Ana, una joven tímida en su iglesia, siempre evitaba hablar en público. Pero tras orar por valentía y ser llena del Espíritu, comenzó a compartir su testimonio en su universidad. Hoy lidera un grupo de estudio bíblico donde varios han conocido a Cristo.

Aplicación: ¿Te cuesta hablar de tu fe? Pide al Espíritu Santo que te llene y te use. No necesitas ser elocuente, solo disponible. 

  1. Capacita con dones para edificación del cuerpo (1 Corintios 12:4-11)
  • Cada creyente tiene un don. La llenura activa y guía su uso. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho…”
  • El Espíritu reparte dones espirituales a cada creyente. No son para presumir, sino para edificar la iglesia y servir a otros con amor.
  • Ejemplo práctico: Carlos pensaba que no tenía nada que aportar a la iglesia. Un día, ayudó con la logística de un evento y descubrió que tenía un don de organización. Desde entonces, lidera equipos de servicio y ha bendecido muchas vidas con su entrega silenciosa pero poderosa.
  • Aplicación: No subestimes lo que Dios ha puesto en ti. Ora para descubrir tu don, y ponlo en práctica para edificar el cuerpo de Cristo.
  1. El servicio impulsado por el Espíritu produce fruto eterno (Juan 15:5)
  • Sin Él, nada podemos hacer. Con Él, todo tiene propósito y dirección. “Separados de mí nada podéis hacer.”
  • El fruto que agrada a Dios no viene del esfuerzo humano, sino del servicio que fluye de una relación viva con Jesús y la guía del Espíritu.
  • Ejemplo práctico: María, una mujer activa en muchas áreas de su iglesia, un día se sintió vacía. Se dio cuenta de que estaba sirviendo por costumbre, no por dirección del Espíritu. Al volver a buscar a Dios en oración, sintió paz y comenzó a ver resultados reales en su ministerio con mujeres necesitadas.
  • Aplicación: Evalúa tu servicio: ¿estás siendo guiado por el Espíritu o solo haciendo por hacer? Con Él, tu esfuerzo tiene impacto eterno.

Conclusión: Dios no llama a personas capacitadas, Él capacita a los que llama. Y lo hace por medio de Su Espíritu.

El Espíritu Santo no es solo una promesa, es una necesidad diaria. Él:

  • Te da poder para hablar de Cristo.
  • Te capacita con dones únicos.
  • Te guía para servir con fruto eterno.

Desafío: Ora hoy: “Señor, lléname de tu Espíritu. Quiero vivir una vida con propósito, poder y fruto. Úsame para edificar y testificar.”

Llamado a la acción: Ora hoy y dile al Espíritu Santo: “Aquí estoy, úsame”. No esperes sentirte listo; confía en que Su llenura te dará lo que necesitas.

Fuente: Chatgpt, Chanel Veracidad.

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